Italia gana (0-2) a Francia con goles de Pirlo y De Rossi y accede a los cuartos de final tras la derrota de Rumanía a manos de Holanda. El equipo de Roberto Donadoni será el rival de España en los cuartos de final.
El campeón del mundo cumplió su parte del trato. Holanda también y el 'grupo de la muerte' sólo se ha cobrado un magnicidio: Francia. Así queda resuelto todo, con una selección azzurra que saca partido de la nada (como siempre) y que finalmente salva su prestigio estando en segunda ronda y siendo el rival de España en los cuartos de final.
Eso de que los alemanes "siempre ganan" habría que ir aplicándolo también a los italianos, ya que con gol de penalti de Pirlo y sólo unos minutos de buen fútbol tienen bastante para olvidar las muchas penurias que han pasado en la primera fase y aspirar de facto al título europeo, a no ser que nuestra selección lo impida, claro.
La declaración de intenciones de Donadoni para este partido era más evidente. El seleccionador siguió cambiando sus fichas y decidió alinear a Perrotta y Cassano de una tacada, y también a De Rossi. Suficiente para Italia, porque los indiscutibles, como Pirlo o Toni, hicieron el resto del trabajo. Buffon, que entraría en este último grupo, apenas tuvo trabajo porque todo salió bien: Los goles, la lesión de Ribery a los pocos minutos, un penalti a favor, la expulsión de Abidal, un autogol de Henry, la derrota rumana...
En fin, al margen de estos factores, que ya pesan bastante de por sí, es necesario aclarar que Italia mostró una superioridad aplastante a su rival en un determinado momento del partido. Ya había transformado Pirlo el penalti que Abidal cometió sobre Luca Toni y ya se había retirado lesionado de gravedad Frank Ribery, vale, pero los de Donadoni mostraron más fútbol en cuestiónd de veinte minutos que en lo que va de campeonato y, si apuramos, en toda la fase de clasificación para este europeo.
Pirlo y De Rossi se crecieron ante un centro del campo francés blando y envejecido y empezaron a mostrar su repertorio, que no es poco. Así, desde el minuto 27 hasta prácticamente el descanso, el propio medio de la Roma lanzó con furia un disparo que se fue rozando el larguero, y minutos más tarde y de forma consecutiva, Luca Toni tuvo tres acciones clarísimas para matar el partido mucho antes.
El del Bayern demostró cómo tiene que moverse un delantero de envergadura y, aunque no consiguió lo más importante para un hombre en su demarcación, sí puso en apuros a una defensa que no sabía ni por donde pegar. En una de estas acciones de Toni, Pirlo se sacó de la nada un pase preciso (y precioso) en el que sólo un mal control impidió que fuera uno de los goles más bellos de lo visto hasta ahora.
Este dominio del campeón del mundo concluyó con un lanzamiento de falta al palo de Fabio Grosso, en el que hay que darle mérito a Coupet por tocar lo justo para que no fuera una sentencia prematura. Francia, en cambio, sin su inspiración ofensiva tiró de algún recurso de Henry y tiros demasiado lejanos de Benzema.
Pocos minutos después del descanso llegaron los dos momentos de la noche. Holanda marcaba el primero a Rumanía, celebración en la grada, y posterior delirio cuando De Rossi lanzaba con veneno una falta que impactaba en el pie del propio Henry para hacer el segundo gol italiano. El campeón del mundo empezó a respirar tranquilo, a eso del cuarto de hora de la segunda parte el trabajo ya estaba todo hecho.
Al subcampeón sólo le quedaba apelar al orgullo, y aunque Anelka estuviera en el campo, sólo fue Benzema el que dio trabajo a Buffon. Poco que comentar al respecto, sacó una de sus manos para hacer un paradón y evitar alguna reacción a la heroica de Francia.
Ahí 'murió' el equipo de Domenech en esta competición, siendo la gran víctima de este grupo.
El campeón del mundo cumplió su parte del trato. Holanda también y el 'grupo de la muerte' sólo se ha cobrado un magnicidio: Francia. Así queda resuelto todo, con una selección azzurra que saca partido de la nada (como siempre) y que finalmente salva su prestigio estando en segunda ronda y siendo el rival de España en los cuartos de final.
Eso de que los alemanes "siempre ganan" habría que ir aplicándolo también a los italianos, ya que con gol de penalti de Pirlo y sólo unos minutos de buen fútbol tienen bastante para olvidar las muchas penurias que han pasado en la primera fase y aspirar de facto al título europeo, a no ser que nuestra selección lo impida, claro.
La declaración de intenciones de Donadoni para este partido era más evidente. El seleccionador siguió cambiando sus fichas y decidió alinear a Perrotta y Cassano de una tacada, y también a De Rossi. Suficiente para Italia, porque los indiscutibles, como Pirlo o Toni, hicieron el resto del trabajo. Buffon, que entraría en este último grupo, apenas tuvo trabajo porque todo salió bien: Los goles, la lesión de Ribery a los pocos minutos, un penalti a favor, la expulsión de Abidal, un autogol de Henry, la derrota rumana...
En fin, al margen de estos factores, que ya pesan bastante de por sí, es necesario aclarar que Italia mostró una superioridad aplastante a su rival en un determinado momento del partido. Ya había transformado Pirlo el penalti que Abidal cometió sobre Luca Toni y ya se había retirado lesionado de gravedad Frank Ribery, vale, pero los de Donadoni mostraron más fútbol en cuestiónd de veinte minutos que en lo que va de campeonato y, si apuramos, en toda la fase de clasificación para este europeo.
Pirlo y De Rossi se crecieron ante un centro del campo francés blando y envejecido y empezaron a mostrar su repertorio, que no es poco. Así, desde el minuto 27 hasta prácticamente el descanso, el propio medio de la Roma lanzó con furia un disparo que se fue rozando el larguero, y minutos más tarde y de forma consecutiva, Luca Toni tuvo tres acciones clarísimas para matar el partido mucho antes.
El del Bayern demostró cómo tiene que moverse un delantero de envergadura y, aunque no consiguió lo más importante para un hombre en su demarcación, sí puso en apuros a una defensa que no sabía ni por donde pegar. En una de estas acciones de Toni, Pirlo se sacó de la nada un pase preciso (y precioso) en el que sólo un mal control impidió que fuera uno de los goles más bellos de lo visto hasta ahora.
Este dominio del campeón del mundo concluyó con un lanzamiento de falta al palo de Fabio Grosso, en el que hay que darle mérito a Coupet por tocar lo justo para que no fuera una sentencia prematura. Francia, en cambio, sin su inspiración ofensiva tiró de algún recurso de Henry y tiros demasiado lejanos de Benzema.
Pocos minutos después del descanso llegaron los dos momentos de la noche. Holanda marcaba el primero a Rumanía, celebración en la grada, y posterior delirio cuando De Rossi lanzaba con veneno una falta que impactaba en el pie del propio Henry para hacer el segundo gol italiano. El campeón del mundo empezó a respirar tranquilo, a eso del cuarto de hora de la segunda parte el trabajo ya estaba todo hecho.
Al subcampeón sólo le quedaba apelar al orgullo, y aunque Anelka estuviera en el campo, sólo fue Benzema el que dio trabajo a Buffon. Poco que comentar al respecto, sacó una de sus manos para hacer un paradón y evitar alguna reacción a la heroica de Francia.
Ahí 'murió' el equipo de Domenech en esta competición, siendo la gran víctima de este grupo.